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Cáncer de próstata: buen pronóstico si se detecta a tiempo


El cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre los hombres, su incidencia aumenta conforme a la edad y la mayoría de los diagnósticos se realizan a partir de los 65 años - Por
ARANTZA GONZÁLEZ ARRATIBEL

El cáncer de próstata (27.853 casos nuevos), pulmón (21.780 casos nuevos), colon (19.261 casos nuevos), vejiga (11.584 casos nuevos) y gástrico (4.866 casos nuevos) son los tumores que con más frecuencia se diagnostican entre la población masculina española. Pero hay dos que son exclusivos de los hombres y para los que existen señales de alerta: el de testículo y el de próstata. Ambos se pueden detectar de manera sencilla y en general tienen buen pronóstico. El problema es que afectan a zonas comprometidas para la persona, que debe derribar algunas barreras culturales. La elección se reduce a una pregunta. ¿Superar el cáncer o evitar el apuro de una revisión médica? En este artículo se enumeran las señales que alertan de un posible cáncer de próstata y de testículo y los factores de riesgo en el caso del de próstata, además de los avances en su diagnóstico y tratamiento.

El cáncer en los hombres y sus señales
CÁNCER DE PRÓSTATA. Es el tumor más frecuente entre los hombres. Su incidencia aumenta conforme a la edad, de forma que la mayoría de los diagnósticos se realizan a partir de los 65 años. Con información y vigilancia, el hombre puede darse cuenta de algunas señales que deberá trasladar a su médico:


  • Incapacidad para orinar, a pesar de tener ganas o sensación de que no se ha vaciado la vejiga por completo.
  • Dolor o escozor durante la micción.
  • Necesidad de orinar con mucha frecuencia, tanto de día como por la noche.
  • Expulsión de sangre por la orina o por el semen.
  • Flujo de la orina débil o intermitente.
  • Urgencia repentina por orinar.

Presentar estos síntomas es un signo de alerta, pero no significa que se tiene cáncer; hay otras enfermedades benignas que también pueden manifestarlos. Solo el especialista puede realizar el diagnóstico mediante las pruebas adecuadas.

CÁNCER DE TESTÍCULO. Es el cáncer más frecuente entre los varones jóvenes, de 15 a 35 años, y la mayoría de los casos son detectados por el propio paciente de manera casual. Aunque en general tiene buen pronóstico, no hay que descuidarse. Lo idóneo es que se pueda detectar de manera voluntaria y en una fase temprana mediante una sencilla autoexploración una vez al mes. Los síntomas que se deben observar antes de acudir al médico son los siguientes:


  • Bulto no doloroso o inflamación de uno de los dos testículos.
  • Cambios en la forma.
  • Sensación de pesadez del escroto.
  • Dolor en la parte más baja del abdomen o la ingle.
  • Dolor o molestia en un testículo o en el escroto.

Como en el caso anterior, presentar estos síntomas es una señal de alerta, pero no significa que se tiene cáncer; hay otras enfermedades benignas que también pueden manifestarlos. Solo el especialista puede realizar el diagnóstico mediante las pruebas adecuadas.

Cáncer de próstata: el más frecuente entre los varones
Aunque a nivel mundial es el segundo cáncer más diagnosticado en los hombres, en Europa y España es, desde hace unos años, el primero en número de diagnósticos (436.500 en Europa en 2012 y 32.641 en España en 2014).

En nuestro país, igual que en muchos otros occidentales, el diagnóstico aumentó de forma drástica desde principios de los años 90 a causa de la introducción y generalización del uso del test del Antígeno Prostático Específico (PSA). Se estima que en España la tasa de incidencia ajustada a la población estándar europea pasó de 54,1 por 100.000 en el periodo 1993-1997 a 96,4 en el periodo 2003-2007.

En este último periodo, las tasas de incidencia ajustadas a la población mundial estándar variaron entre 44,1 por 100.000 en Granada y 73,8 por 100.000 en el País Vasco, siendo las diferencias observadas más un reflejo del distinto grado de utilización del test del PSA que de diferencias reales en la incidencia.

Factores de riesgo del cáncer de próstata
Un factor de riesgo es cualquier agente que incrementa el riesgo de padecer una enfermedad determinada, es decir, la persona expuesta a este factor posee más probabilidades de sufrir dicha enfermedad. No obstante, el hecho de presentar alguno de estos factores de riesgo no implica que una persona desarrolle necesariamente un cáncer de próstata a lo largo de su vida.

En la actualidad se conocen factores que, al parecer, están relacionados con el cáncer de próstata. Entre ellos destacan los siguientes:


  • Raza. El cáncer de próstata muestra grandes variaciones de incidencia según la zona del mundo. En Europa son los escandinavos los que mayor incidencia presentan. En los países del sur como España, Grecia o Italia tienen una tasa de cáncer de próstata más baja. El cáncer de próstata es más frecuente (cerca de un 70%) en varones afroamericanos que en varones blancos americanos. Los hombres de ascendencia asiática o los habitantes de las islas del Pacífico tienen las tasas más bajas de incidencia y mortalidad.
  • Herencia. Se estima que un 10% de los casos de cáncer de próstata pueden presentar un componente hereditario. Diversos estudios han demostrado que los varones con antecedentes familiares de primer grado (padre, hermanos) de cáncer de próstata tienen un riesgo dos veces superior de padecer esta enfermedad.
  • Edad. El cáncer de próstata es una enfermedad que, sobre todo, afecta a varones con edad avanzada. El 75% de los casos son personas mayores de 65 años.
  • Hormonas. El inicio y la progresión del cáncer de próstata están influenciados por los andrógenos (testosterona). Se sabe que estos tumores disminuyen o desaparecen cuando lo hacen los niveles de dicha hormona.
  • Dieta. Hay evidencia de que las dietas con alto contenido en grasas podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata.

En algunas ocasiones, se han asociado determinadas situaciones con el cáncer de próstata, como la vasectomía, la actividad sexual o la hiperplasia benigna de próstata. En la actualidad, no existe evidencia de dicha relación. En cambio, evitar la obesidad, disminuir el consumo de alcohol y suprimir el hábito de fumar representan una actitud muy aconsejable para mantener en buenas condiciones la salud del organismo.

Cáncer de próstata y diagnóstico precoz
La evolución del cáncer de próstata es bastante lenta en el tiempo. Alrededor de un 30% de los hombres de más de 50 años presentan focos de tumor en la próstata y, sin embargo, un 97% de ellos no fallecerá por dicho tumor, ya que este ni se extenderá de manera local ni se diseminará a otros órganos. Por tanto, es importante mantener una actitud prudente respecto a provocar una detección excesiva de este tumor, ya que se estaría tratando de forma innecesaria a muchos varones que nunca tendrán problemas reales con el cáncer de próstata.

Habrá que esperar a que el progreso de la biología molecular y el conocimiento del genoma humano en el futuro puedan desvelar mejor las incógnitas que todavía existen sobre las causas del desarrollo y progresión de esta enfermedad. Los estudios realizados sobre detección precoz del cáncer de próstata no han demostrado una disminución de la mortalidad por este tumor.

Hoy en día, cada vez es mayor la evidencia científica que relaciona el sobrediagnóstico y sobretratamiento del cáncer de próstata con la realización sistemática del PSA. Es decir, se efectúan tratamientos agresivos que dejan secuelas importantes, como la incontinencia urinaria y la impotencia, en pacientes que nunca desarrollarán síntomas de cáncer de próstata.

Recientemente se han publicado los datos de dos estudios randomizados diseñados de forma específica para evaluar la eficacia y el impacto del PSA en la mortalidad por cáncer de próstata.


  • Estudio PLCO (The Prostate, Lung, Colorrectal and Ovarian cancer screening trial).
  • Estudio ERSPC (The European Randomized Study of Screening for Prostate Cancer).

De estas investigaciones se desprende que no está indicada la realización del PSA de forma generalizada en la población de posible riesgo. Sin embargo, la determinación a título personal del PSA junto con la realización de un tacto rectal puede facilitar el diagnóstico precoz de dicho tumor. Una vez que el urólogo explica en qué consisten, cuáles los posibles riesgos y beneficios de las pruebas, el paciente podrá tomar con él la decisión de llevarlas a cabo o, por el contrario, de no hacerlas. En general, la secuencia de diagnóstico que el urólogo recomienda es, en primer lugar, la realización de un tacto rectal y una determinación de los niveles de PSA (Antígeno Prostático Específico).

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Escobar La Revista Digital

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